La Ley Orgánica de Ordenación e integración de la Formación Profesional entró en vigor el 21 de abril de 2022 y recientemente se ha publicado en el BOE el calendario de implantación del Sistema de Formación Profesional para comenzar a aplicar la nueva FP desde el curso 2023-2024. Los responsables de los centros de formación profesional deben conocer las novedades de la nueva Ley de FP. Te las contamos en este artículo.
Retos a los que se enfrenta la nueva Ley de FP
Las novedades introducidas por la Ley de FP se enfrentan a numerosos retos que plantea el actual sistema y la adaptación al nuevo, siendo la principal característica de la normativa la fijación de un modelo permanente de cooperación entre la empresa y el centro formador, en el que se contempla la totalidad de la FP con un componente dual. Algo difícil de realizar en las empresas sino disponen de incentivos para acoger a estos alumnos.
¿Qué destaca en la nueva Ley de FP?
Los principales objetivos de la nueva Ley de FP son el incremento de la formación de los trabajadores para lograr su recualificación constante, la adecuación de la formación de los trabajadores a la demanda del mercado laboral y el establecimiento de un sistema de acompañamiento y orientación profesional. Las novedades más destacadas de la ley son las siguientes:
Creación de un sistema único de Formación Profesional
El sistema identificará las competencias laborales que demanda el mercado laboral y creará las ofertas formativas adecuadas. El nuevo sistema integra la FP del sistema educativo con la FP para el empleo. Por lo tanto, la nueva oferta formativa se diseña tanto para estudiantes como para trabajadores.
Creación de tres registros
Con la nueva Ley de FP se crean tres registros: el Registro Estatal de Formación Profesional, el Registro Estatal de acreditación de competencias adquiridas por experiencia laboral y vías no formales y el Registro Estatal de centros de Formación Profesional.
Establecimiento de nuevas ofertas de Formación Profesional
Se crean cinco grados de formación que son los siguientes:
- Grado A: acreditación parcial de competencia
- Grado B: certificación de competencia
- Grado C: certificado profesional
- Grado D: ciclos formativos de F.P.
- Grado E: cursos de especialización.
El nuevo sistema establece la existencia de microformaciones que, a medida que se suman, permiten adquirir acreditaciones, es decir, toda la formación es acumulable y acreditable.
Ampliación de la formación para que sea dual (teórica y práctica)
Los estudiantes podrán realizar prácticas en empresas. En concreto, aquellos estudiantes que logren un certificado de grado C o D tendrán que realizarán un 20% de la formación en una empresa. Con esta novedad se logra que los estudiantes practiquen lo aprendido y que las empresas se impliquen en la formación y evaluación de los alumnos, y, además, se fomenta la colaboración entre las organizaciones empresariales y los centros de formación profesional.
Impulso de la orientación profesional
La nueva Ley de FP contiene, además, varios artículos que regulan la orientación profesional y que se centran en las condiciones de prestación del servicio, la cooperación y coordinación del servicio, el protocolo de actuación y las modalidades de presentación.
Acreditación de competencias profesionales si no se posee título oficial
Con la nueva ley aquellas personas que no tengan un título oficial, pero acrediten una experiencia profesional, podrán obtener una titulación a través de un procedimiento administrativo. Esta novedad favorecerá a los empleados que no tienen cualificación, pero sí una extensa experiencia.
En conclusión, la nueva Ley de FP supone un cambio radical del sistema de formación profesional tal y como se conocía hasta ahora para orientarlo a la formación continua y al reconocimiento de capacidades profesionales adquiridas con la experiencia.
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