La crisis sanitaria derivada de la COVID-19 va a ir sucedida de escenarios críticos en otros muchos sectores. Por ejemplo, la previsible crisis económica ha atraído la atención de los medios, llegando a motivar reformas en nuestro procedimiento concursal para evitar el previsible colapso de Juzgados y Tribunales.
Pero la economía no es el único sector relevante que va a verse lastrado por las consecuencias de esta alarma sanitaria. El sector educativo va a ser uno de los más perjudicados, y conviene tomar medidas para minimizar el impacto de la crisis sobre la enseñanza.
Para estudiar el nuevo marco legal de los sistemas educativos iberoamericanos, el próximo 18 de junio se celebrará el Foro Internacional de Firmas Jurídicas Especializadas en Derecho Educativo COVID-19 (inscripción aquí).
Los retos pendientes para el sector educativo
La COVID-19 ha supuesto un duro golpe para el sector educativo. Lo cual se agrava en un escenario de incertidumbre, donde no está claro el mejor modo de abordar la situación.
La Organización de Estados Iberoamericanos ya ha publicado un informe sobre los efectos del cierre de colegios a causa de la crisis sanitaria. Entre ellos se destacan:
- Una mayor incidencia del abandono educativo.
- La pérdida de oportunidad de aprendizaje.
- Importantes efectos a largo plazo, como la reducción del futuro salario de los alumnos afectados.
Y es que, incluso introduciendo sistemas de formación online y a distancia, el cierre de centros escolares va a tener un gran impacto sobre la educación de los niños y jóvenes en edad escolar.
Efectos sobre el abandono escolar
La propia UNESCO ha advertido sobre el riesgo del incremento del abandono escolar a consecuencia del cierre de los centros educativos. Por tanto, va a ser necesario establecer sistemas de compensación que consigan minimizar el impacto de la crisis sanitaria. Un ejemplo de estos sistemas es el plan PROA español, que tiene su reflejo en otros sistemas educativos iberoamericanos.
Efectos sobre el aprendizaje
El curso escolar en España representa unos 175 días lectivos. Esto significa que cada 18 días de cierre escolar, los alumnos han perdido un 10 % de sus clases. Lo que, según Ludger Woessmann (Oxford Bulletin of Economics and Statistics, 2003) deriva en una desviación estándar del 1,5 % sobre los objetivos formativos cada 18 días de cierre de las aulas.
Sin embargo, estudios más cercanos, como el realizado en la Universidad Politécnica de Valencia por los profesores Furió, Juan, Seguí y Vivó (Journal of Computer Assisted Learning, 2015), señalan que un buen acercamiento a la formación mediante las TIC pueden minimizar este impacto negativo.
En este sentido, aparecen retos como la disciplina y la atención personalizada, así como la necesaria colaboración de los padres en las actividades formativas. Incluso la propia calidad técnica de la plataforma de formación online va a ser determinante en el impacto que la situación actual tenga sobre el aprendizaje de los alumnos.
Por tanto, los sistemas educativos iberoamericanos se enfrentan a importantes retos como:
- Concienciación de los alumnos y sus familiares, que requerirá de una mayor participación en la educación de los menores.
- Formación del profesorado.
- Diseño de metodologías y herramientas efectivas, accesibles y respetuosas con los derechos digitales.
- Priorización de contenidos para minimizar el impacto del cierre de las aulas.
Retos agravados por la dificultad que para algunas familias puede suponer el acceso a Internet o a los dispositivos necesarios para asistir a clase. Además, debemos recordar que la formación online o a distancia ha demostrado ser menos efectiva para los alumnos rezagados.
Efectos sobre las oportunidades de futuro
Pero si existe un motivo central para preocuparse por el impacto de la COVID-19 en los sistemas educativos iberoamericanos es, sin lugar a dudas, su efecto sobre el futuro de la sociedad.
Los actuales alumnos están llamados a sustentar la sociedad el día de mañana. Sin embargo, los cierres de centros educativos van a generar importantes problemas en la capacitación de los estudiantes y en su acceso al mercado laboral.
Así lo demostraron David Jaume y Alexandre Willen al estudiar el impacto de las huelgas educativas argentinas sobre el desempleo y los niveles de cualificación de las generaciones afectadas (Journal of Labor Economics, 2019).
La OEI calcula que si la formación a distancia y online no consigue sustituir la efectividad de la docencia en las aulas, el impacto de esta crisis sanitaria sobre los salarios de los estudiantes puede alcanzar el 1 % cuando estos tengan entre 30 y 40 años.
Otros efectos asociados a los cierres de centros educativos
La OCDE recuerda que el cierre de centros educativos tiene un impacto severo en la comunidad conjuntamente considerada. Por ejemplo, cita el impacto que tiene sobre elementos tan diversos como:
- La desigualdad social. Se prevé que las brechas se ensancharán, especialmente en el caso de alumnos con necesidades especiales o sin acceso a TIC. Así, las familias con mayores recursos económicos o habilidades digitales serán las menos afectadas. En consecuencia, deberían implementarse sistemas que no permitan dejar atrás a las familias más vulnerables.
- La salud de la población en edad educativa. No solo por el impacto del estrés y la ansiedad, sino también en un aspecto nutricional, en aquellos casos de los alumnos que necesiten los programas de comedor.
- La productividad de la sociedad en general. En un primer momento, perjudicada por la cuarentena y por la mayor exigencia de tiempo a las familias, que tendrán que colaborar en la formación de sus pequeños. Pero, como hemos visto, también perjudicada a largo plazo por una cualificación inferior de las generaciones afectadas.
Nuevo marco legal de los sistemas educativos iberoamericanos
En definitiva, la crisis sanitaria nos conduce a un escenario repleto de retos a diversos niveles:
- Necesidad de estudio del impacto de la COVID-19 sobre cada aspecto educativo y el capital humano futuro.
- Consecuente necesidad de implementar correcciones para minimizar el impacto negativo.
- Reorganización de recursos materiales y humanos, incluyendo el diseño de plataformas de formación efectivas y accesibles, la formación del profesorado, el modo de prestar y recibir servicios docentes, el control de resultados de aprendizaje y del absentismo…
Todas estas medidas deben abordarse en el marco de un escenario jurídico todavía indefinido. Este va a abarcar elementos tan dispares como:
- Políticas fiscales que faciliten la transición a un modelo formativo online.
- Medidas públicas que determinen el cierre o apertura de los centros y las condiciones en que se producirán.
- Condiciones laborales, donde no solo cobra importancia la forma de trabajo de los docentes, sino también del resto de la sociedad (especialmente en materia de conciliación).
- Régimen jurídico aplicable a las plataformas digitales, que implica desafíos en materia de protección intelectual e industrial, accesibilidad y no discriminación, protección de datos de carácter personal, garantías de los derechos digitales…
Foro: COVID-19 – Nuevo Marco Legal de los Sistemas Educativos Iberoamericanos
Con un 60 % de la población escolar mundial afectado, el nuevo marco legal de los sistemas educativos iberoamericanos debe responder a todas estas cuestiones tratando de no dejar a nadie atrás.
Por eso, los escenarios como el Foro COVID-19 – Nuevo Marco Legal de los Sistemas Educativos Iberoamericanos se presentan como espacios de trabajo privilegiados, donde estudiar las mejores estrategias para afrontar los retos que nos quedan por delante.
El foro se celebrará el próximo 18 de junio a las 3:30 PM hora de Perú (22.30 hora peninsular). Organizan:
- Lescano, Lescano & Asociados (Perú).
- Muñoz Abogados (España)
- Covac Sociedade de Advogados (Brasil).
- GLAE (Guatemala).
- Marcelo Jáuregui & Asociados (Argentina)
Puedes acceder al foro mediante la ID ZOOM 942 0771 8582, previa inscripción desde aquí.
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