La seguridad de los niños en Internet es uno de los grandes retos a los que se enfrenta la sociedad en la actualidad. Si atendemos a los datos del INTEF, más del 87 % de los menores utilizan Internet de forma cotidiana, dato que previsiblemente se habrá incrementado tras la reciente crisis sanitaria.
El problema es que la sociedad es cada vez más digital. Los menores son ahora “nativos digitales”, y es imprescindible que utilicen la red. No solo porque muchos de los recursos que utilizan se encuentran online (sin ir más lejos, muchas de las clases durante la pandemia), sino porque su futuro laboral y personal implicará el uso intensivo de las TIC.
Precisamente por ello, la protección de los menores en Internet no es un asunto que podamos esquivar. No es transitorio, y educar en el uso adecuado de las tecnologías es imprescindible para formar a los adultos del futuro. Pero tampoco es sencillo, porque habitualmente encontramos una doble brecha digital:
- Por un lado, padres y profesores quedan rápidamente desactualizados, no llegando a entender las tecnologías que emplean sus hijos y alumnos. Es decir, nos encontramos habitualmente con menores con una experiencia superior a la de sus figuras de autoridad, lo que dificulta que valoren adecuadamente sus consejos y se identifiquen suficientemente.
- Pero, por otro lado, a los menores les cuesta advertir los riesgos de una utilización inadecuada de Internet. De modo que siguen necesitando que sus padres y Centros Educativos se mantengan al día y ejerzan funciones de educación y vigilancia.
Riesgos para la seguridad de los niños en Internet
Los menores están expuestos a grandes y diversas amenazas en Internet. Y es imprescindible conocerlas para poder tomar medidas adecuadas.
Por supuesto, la tarea no es sencilla. La mayoría de los adultos han sufrido ataques informáticos (de mayor o menor alcance) y ni siquiera las instituciones o empresas están a salvo de estas amenazas. De ahí que entidades como INTEF y la AEPD colaboren habitualmente (como en el proyecto tú decides) para concienciar en esta materia y ofrecer recursos de utilidad a las familias y Centros Educativos.
Ciberbullying o ciberacoso
Los Centros Educativos están acostumbrados a lidiar con el acoso escolar, lacra lamentablemente frecuente y para la que, hasta hace relativamente poco, existían pocas herramientas. Sin embargo, el bullying también tiene una versión digital, más desconocida y difícil de detectar y combatir.
Cabe señalar que el ciberacoso puede ser constitutivo de diferentes delitos en nuestro ordenamiento jurídico, como delitos contra la intimidad, el honor, amenazas, pornografía infantil y otros delitos informáticos.
Grooming
El grooming o engaño pederasta hace referencia a aquellas acciones de adultos encaminadas a generar un lazo de confianza o amistad con menores para facilitar el abuso sexual. Habitualmente se relaciona con situaciones de prostitución o pornografía, y lamentablemente es uno de los riesgos más recurrentes para la seguridad de los menores en Internet. Como ocurre en el caso anterior, el grooming está tipificado en nuestro Código Penal (art. 183 bis).
Sexting
El sexting hace referencia al envío de mensajes de carácter sexual a través de las TIC, si bien es cierto que la evolución de las mismas ha conducido a que estos mensajes ya no consistan únicamente en texto y puedan incluir material audiovisual. De nuevo nos encontramos ante situaciones penalmente perseguibles.
Adicciones
Las adicciones sin sustancia o adicciones comportamentales son aquellas que no dependen de la ingesta o administración de sustancias como el alcohol, el tabaco o el cannabis, sino de la realización compulsiva de determinadas prácticas. Así, la adicción a videojuegos, redes sociales y apuestas online han irrumpido como uno de los grandes retos de las sociedades desarrolladas, teniendo una importante y preocupante influencia sobre la población menor de edad.
Educación física
El uso intensivo de Internet y las nuevas tecnologías puede afectar negativamente a la salud de los menores, imponiendo rutinas de carácter sedentario con efectos nocivos sobre su salud y el desarrollo de su educación física. La higiene postural y sus patologías derivadas son otras grandes preocupaciones en torno a la salud física de los menores que abusan de las TIC.
Protección de datos
Otro de los grandes retos en materia de seguridad de los niños en Internet tiene que ver con la protección de datos. Concienciar a los menores sobre la importancia de proteger su imagen e información personal es imprescindible para evitar los riesgos que supone el acceso público a tal información. Además, el propio Centro debe conocer estos riesgos y paliarlos o evitarlos por medio de protocolos adecuados.
Retos para la comunidad educativa y las familias
Los antedichos son tan solo algunos de los riesgos más frecuentes para la seguridad de los menores en Internet. El problema es que el catálogo es mucho más amplio y crece día a día con la introducción de nuevas aplicaciones y dispositivos.
De ahí que la comunidad educativa y las familias tengan el deber de mantenerse al día, formarse y ser capaces de concienciar y educar a sus hijos y alumnos. Tarea para la que resulta imprescindible ser consciente de los riesgos de la red y de las buenas prácticas para el uso de las TIC por menores.
Contar con un adecuado protocolo de protección de datos y un plan digital resulta también de gran utilidad para los Centros Educativos. Estos instrumentos contienen medidas de prevención y reacción para garantizar la seguridad de los menores online.
Como hemos visto, también conviene contar con asistencia jurídica especializada en Derecho Educativo, especialmente en aquellos casos en que se detectan situaciones que pueden constituir delitos.
El futuro es digital, y por eso no podemos mantenernos al margen de los riesgos que corren los niños en Internet. Resulta fundamental que les ayudemos a entenderlos y evitarlos para poder hacer un uso seguro y responsable de las tecnologías.
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